Hijo, hace 40 años, un día como hoy llegaste a mí vida, ese día fue el más hermoso de mi vida porque me hiciste madre y así conocí lo que es un amor incondicional.
Nueve meses de sensaciones raras en mi cuerpo, pero superadas por la ilusión de tenerte entre mis brazos.
No me importaron los desvelos ni las noches sin dormir, por que al final mi recompensa era una dulce sonrisa dibujada en tu pequeña carita.
Creciste rápido y yo crecí contigo, época de la escuela, sentada a tu lado enseñándote a cómo hacer una bonita letra y luego a leer, qué orgullosa me sentía cuando lo podías hacer tú solo y con la hora, siempre haciendo dibujos para que aprendieras.
Luego llegó el colegio, más responsabilidad y preocupación, ya no querías que te acompañase, decidiste ir solo, tampoco querías que te diera el beso de despedida cuando te dejaba en la puerta de tu colegio, decías que tus amigos te verían, ahí aprendí que empezabas a ser independiente.
Llegó el tiempo de ir a las fiestas y yo me quedaba despierta hasta sentirte llegar y sabiendo que estabas bien, recién dormía tranquila.
Al mismo tiempo, empezaste a conocer el amor adolescente, cómo me gustaba ser tu cómplice y darte consejos para conquistar a la niña que te gustaba, íbamos a comprar peluches para regalarle en la primera cita, madre mía, qué emoción!!
Luego llegó el tiempo de tener estudios superiores y crear tu primera empresa, cómo te gustaba la informática y yo rebosaba de felicidad.
Llegaste tan pronto a la madurez, matrimonio, nervios de ser padre por primera vez y yo a tu lado recibiendo a mí primera nieta. Luego Dios te bendijo con dos retoños más. Gracias hijo por haberme hecho una joven abuela, gracias por esos tres preciosos nietos, que junto a los niños de tu hermana, completaron la felicidad de ser una bendecida madre-abuela.
Ahora he pasado a segundo plano y lo único que me toca hacer, es rezar por el bienestar y felicidad tuya y la de tu familia, que es lo que más me interesa.
Hoy, el protagonista principal eres tú hijo mío, cumpliendo tus 40 años, cómo vuela el tiempo, ya eres un hombre hecho y derecho, triunfando en lo que te gusta, de lo que estoy muy orgullosa y ahora, haciendo feliz a tu esposa, gozando del más pequeño de tus hijos.
Le doy gracias a Dios por tu nuevo cumpleaños y que sean muchísimos más y ojalá, que en el próximo, podamos compartir juntos la dicha de poderte abrazar y bendecirte mirándote a los ojos, esos dos luceros del que todos se enamoraban cuando eras pequeño.
Te amo mucho hijo y quiero que tengas el mejor de los cumpleaños que jamás haya existido.
💕¡¡¡Feliz cumpleaños y millones de bendiciones para ti, mi José!!!💕
Con amor,
Mamá
© María Eugenia Rojas Alegria
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